La equidad consiste en centrarnos en las necesidades de las personas y reconocer que en cualquier espacio existen diferencias.
Las personas necesitan apoyo de distintas maneras.

La equidad reconoce que todos tenemos necesidades, experiencias y oportunidades diferentes.

Si somos capaces de identificar las barreras y desigualdades que sufren las personas, podremos ayudar a elevar a las personas que están en
los márgenes. La forma más fácil y rápida de hacerlo es escuchar la experiencia vital de cualquier marginado, para
aceptarlo y trabajar con él.

es_ESEspañol